La técnica FUE redefine el injerto capilar con su enfoque quirúrgico mínimamente invasivo. Este procedimiento exclusivo extrae folículos uno a uno, sin dejar cicatrices visibles en la zona donante, ofreciendo resultados naturales y precisos.
La esencia de la FUE reside en la selección cuidadosa de unidades foliculares genéticamente resistentes a la alopecia. Su aplicación versátil permite tratar áreas de tamaño pequeño a mediano, adaptándose a las necesidades individuales de cada paciente.
Lo distintivo de la FUE es el uso del punch, un instrumento que realiza incisiones mínimamente invasivas para extraer los folículos. Este proceso requiere habilidad y experiencia del cirujano, respaldado por el uso de aumento óptico para una precisión óptima en la implantación de los folículos.
La preservación meticulosa de la zona donante es prioritaria, garantizando no solo resultados estéticos notables sino también una experiencia integral y satisfactoria para cada paciente. La FUE no solo transforma la apariencia, sino que también se compromete con la conservación del área donante, estableciendo un estándar en la restauración capilar avanzada.
El paciente se reúne con el especialista en trasplante capilar para discutir sus necesidades y expectativas. Durante esta consulta, se evalúa la calidad del cabello, la zona donante, y se determina la idoneidad del paciente para el procedimiento.
Se realiza una evaluación médica para asegurarse de que el paciente esté en condiciones de someterse a la cirugía. Se revisa el historial médico, se realizan pruebas necesarias y se discuten posibles riesgos y beneficios.
Se crea un plan personalizado para el trasplante capilar, incluyendo el diseño de la nueva línea del cabello y la cantidad de unidades foliculares a trasplantar.
Antes del procedimiento, se brindan instrucciones específicas al paciente sobre cómo prepararse. Esto puede incluir recomendaciones sobre la medicación, restricciones dietéticas y otros aspectos.
La fase principal del trasplante implica la extracción de unidades foliculares de la zona donante mediante la técnica elegida (como FUE o FUT) y su posterior injerto en las áreas receptoras.
Después del procedimiento, se brindan instrucciones detalladas sobre el cuidado del cuero cabelludo y se pueden recetar medicamentos para facilitar la recuperación.
Se programan revisiones regulares para evaluar el progreso, asegurar una adecuada cicatrización y abordar cualquier inquietud que pueda surgir durante el proceso de recuperación.